Códigos deontológicos

1.-Respeto a la libertad de creación y expresión. 

Es inconstitucional y se puede denunciar. Ocurre con frecuencia y debe estar presente en la relación con los coleccionistas. El comisario se vuelve demasiado protagonista con respecto al artista, y éste primero suele influir en la obra. El coleccionista indica al artista qué tiene que hacer y cómo. Ningún mediador puede modificar la obra sin el permito de su autor.

2.-Derechos morales del artista.

Se mantiene, a pesar de que haya vendido sus obras. El artista puede decidir sobre su obra aunque sea de otra persona; no pueden manipularla sin su consentimiento. Se puede vender la obra pero no difundirla.El artista es el que tiene más derecho a saber qué va a ser de la obra.

Nos contaron el ejemplo de cuando surgieron obras falsas de Miró. Éste pensó que era para bien porque de esa manera toda la gente pensaría que todos los cuadros malos serían de los falsificadores mientras que todos los buenos serían considerados los originales.

3.- Confianza, lealtad y transparencia. Debe haber confianza mutua entre artista y mediador; no se debería ocultar información. VEGAP, es condiserada la policia de las imagenes y es de gran ayuda para cuando tenemos problemas de difusión sin autorización. Cada vez que se usen imágenes de un artista, éste debe ser pagado por ello. 

4.-Difusión de la obra del artista. Es responsable del mediador que haya una correcta difusión y deberá facilitar la información.

5.-Contrato por escrito. Relaciones reguladas por un contrato por escrito. Deben estar todo detallado para que luego no se produzcan errores ni malentendidos. Hay que hablar claro de como quieres que se manipule tu obra ya que de no hacerlo pueden surgir problemas. Si es obra única suele estar prohibido hacerle fotos, y eso nos da a entender que hay que pensar en muchas cosas para poder mostrar tu obra de manera que no existan posibilidades de que se aprovechen de tu trabajo.

6.-Cumplimiento de los derechos económicos del artista. Pueden ser gestionados por mediadores o distribuidoras. En este caso, se nos contó el ejemplo de una galerista japonesa que vendía las obras de sus respectivos artistas a un precio máximo de 6.000 euros. Estos artistas ya no podían vender sus obras a menos precio de lo que esta galerista las vendía. Por lo tanto estaban a merced de unas condiciones que en un primer momento podían parecer atractivas pero que finalmente acaban destruyendo la carrera de un artista y no permitirle evolucionar. 
Es mejor no meterse en cosas que no seamos fáciles de controlar.

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